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Vandalismo en el Turismo Rural

24 Abril 2013

¿Qué puedo hacer contra el vandalismo en mi casa rural? ¿Cómo prevenir el vandalismo en mi casa rural?

“Muebles rotos en el jardín y el interior destrozado. Incluso se hizo una hoguera en una ducha”. En total, daños por valor de 30.000 €. Así se encontró la casa rural A Ribeira do Tambre (en A Coruña) después de la celebración de un cumpleaños por parte de un grupo de jóvenes. 

No es un hecho aislado: en los últimos 6 meses, según Fegatur, han sido 8 las casas rurales que han sufrido el vandalismo de jóvenes. Ante esta situación, ¿están los propietarios desprotegidos? ¿Qué pueden hacer? ¿Qué dice la ley? Le hemos preguntado a la Guardia Civil de Galicia y esto es lo que nos han contado.

1.- Vías para solucionar el problema

2.- Causas y consecuencias del vandalismo en casas rurales. ¿Cómo minimizarlo?

¿Cómo prevenirlo y cómo proceder si ocurriera? Más allá del sentido común para prevenir este tipo de vandalismo (inventarios, fianzas, contratos) y las causas que lo explican, la Comandancia de la Guardia Civil de Galicia nos aclara algunos conceptos judiciales necesarios para enfrentarnos al problema. Queremos que los propietarios sepan cómo pueden ir las cosas si por desgracia sufren ellos unos destrozos como los de Belén, la propietaria de A Ribeira do Tambre.

1.- Vías para solucionar el problema

Lo primero, claro, es interponer una denuncia. Aunque lo sugiera el sentido común, previamente el propietario o propietaria no deberían haber tocado absolutamente nada del alojamiento. Asumir la desgracia lo mejor posible y acudir a la policía para formalizar la denuncia.

“Dependiendo de la demarcación, la policía nacional o la Guardia Civil inician la investigación”, expone Javier Seoane, el guardia civil al que entrevistamos. El primer paso de las fuerzas de seguridad será realizar una inspección ocular. Allí se tomarán las fotografías y se reunirán las pruebas que más tarde se remitirán al juez”. Por eso es importante no tocar nada tras la consumación de los hechos.

“En el caso del alojamiento de A Baña, tenemos identificadas a 50 jóvenes que estuvieron allí, al menos por un tiempo”. Ahora bien, la diferencia de responsabilidades, que pertenecen a la decisión del juez, es esencial.

“Por un lado hay responsables civiles y por el otro responsables penales. Los responsables penales son los autores materiales del delito, de los daños ocasionados”. Es difícil de esclarecer quiénes son los autores de los destrozos. Sin embargo, a nivel jurídico está clara la responsabilidad civil de la madre de la joven, menor de edad entonces, que celebraba su mayoría de edad. “La madre, como subsidiaria, asume la responsabilidad en el momento de formalizar el contrato”. 

Siempre que hay una prestación debe existir un contrato en que se detallan los términos en que se realiza el arrendamiento. Es una prueba judicial de primer orden en estos casos.

Ahora bien, a título personal, como ciudadano, el guardia civil Javier Seoane cree que “el juez tirará por la vía de en medio (entre la responsabilidad civil y la responsabilidad penal, en caso de que se llegue a la vía judicial, porque todo apunta a que se llegará a un acuerdo entre particulares”. De hecho, hoy La Voz de Galicia afirma que los padres arreglarán la casa rural destrozada y Javier Seoane confirma que el medio está bien informado.

De manera que la segunda vía para resolver el conflicto es el acuerdo particular. Indemnizarán al propietario, en este caso Belén, por el tiempo en que su negocio permanecerá cerrado, calculando el volumen facturado en 2012, y por el valor de los destrozos. En este sentido, “los asesores de las partes habrán debido informar bien a sus clientes, advirtiendo de la dura vía judicial”, comenta Javier Seoane.

Los seguros de casas rurales en ocasiones incluyen cobertura sobre vandalismo, pero lo más habitual es la cobertura de responsabilidad civil. Desconocemos cuántos alojamientos rurales han contratado un seguro, pero presumiblemente lo habrían hecho todas las casas rurales oficiales o en trámites para conseguir la licencia. Os emplazamos al artículo sobre cómo elegir un seguro para tu alojamiento rural.

2.- Causas y consecuencias del vandalismo en casas rurales. ¿Cómo minimizarlo?

Es un subtítulo ambicioso: las causas del vandalismo atienden a múltiples factores y es difícil apuntar a un único motivo. Pero también es difícil no estar de acuerdo en algo: asoma la educación en valores. Además, estos actos modifican el comportamiento de los propietarios con el fin de evitar el vandalismo en el futuro. 

Según el INE (Instituto Nacional de Estadística), el porcentaje de alojamientos que sufren vandalismo o delincuencia en función de su régimen de vivienda es del 18,9% para los alquileres inferiores al precio de mercado y del 7,3% para los alquileres a precio de mercado. 

Cambio en el modelo de negocio

No es raro ver cómo los propietarios cambian su modelo de negocio: no les vale la pena alquilar su alojamiento rural a grandes grupos y deciden orientarlo específicamente a parejas o a familias. Paradójicamente, aunque con lógica, deciden subir las tarifas para filtrar el tipo de cliente interesado. Parece que la estadística del INE les da la razón.

Endurecimiento de las condiciones

Hay otras formas de evitarlo. Tristemente algunas pasan por endurecer las condiciones de alquiler. Hoy mismo, por ejemplo, la asociación de casas rurales Campoemar ha acordado vetar el acceso a sus establecimientos a los menores de 25 años y exigir un contrato.

Exigir una fianza (o una fianza mayor), tomar fotografías y realizar un inventario o extraer información detallada de los viajeros durante la conversación previa al alquiler son también medidas que pretenden evitar el conflicto.

La educación, sobre todo

Pero el debate de fondo, y que tornaría innecesarias las medidas anteriores, es sobre la educación. Precisamente en este sentido se pronunció Celso Currás, doctor en Ciencias de la Educación y diplomado en Psicología y Magisterio.

Como ciudadano, no como portavoz de la Guardia Civil, también opina Javier Seoane. “Las causas del vandalismo en esta casa rural son muchas y complejas: el alcohol, la euforia, el empuje del grupo o incluso la sensación de inmunidad que tienen los jóvenes ante la Justicia. Pero es una cuestión de educación y valores. Ahora que se escucha tanto aquello de la crisis de valores: tienen razón”.

J. Seoane tiene dos hijos y considera que los jóvenes del cumpleaños sabían perfectamente lo que era correcto y lo que no. “La mejor demostración de cariño de un padre a su hijo es ponerle límites, precisamente porque les quiere”. J. Seoane admite que de jóvenes todos hacen gamberradas, pero que nunca se le hubiese ocurrido participar en un destrozo tan grande como el de A Ribeira do Tambre.

“Me gustaría resaltar una última cosa”, concluye Javier Seoane: “lo fundamental es educar para ser buenas personas. Y es ahí cuando empezamos a ser útiles a la sociedad“.

Noticia publicada en www.vivircantabria.es a través de LegalTur.com
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